Las regiones de Arica-Parinacota y Antofagasta muestran un rezago académico persistente respecto del promedio nacional, evidenciado en el SIMCE 2024 con brechas de 4 a 6 puntos en Matemática y 3 a 4 puntos en Lectura. Este rendimiento más bajo se arrastra desde 4.o básico hasta II Medio, profundizado por dificultades en la convivencia escolar: normas poco interiorizadas, transiciones extensas y frecuentes interrupciones disciplinarias, que reducen el tiempo efectivo para el aprendizaje.

A estas condiciones se suman factores estructurales: alta vulnerabilidad socioeconómica (IVE promedio de 0,75 y pobreza multidimensional cercana al 20 %), fuerte presencia de

estudiantes migrantes (14 % en Arica y 18 % en Antofagasta) y una oferta docente insuficiente, donde solo el 55 % cuenta con especialidad formal en Lenguaje o Matemática. Además, la rotación docente es alta (≈7 %) y los espacios de observación y retroalimentación profesional son menores al promedio nacional. En conjunto, estas condiciones limitan la mejora de los aprendizajes y perpetúan la desventaja educativa de más de 80.000 estudiantes del Norte Grande.

La propuesta innova al integrar formación pedagógica validada (TCM) con analítica de voz en tiempo real, logrando un ciclo continuo de práctica y retroalimentación diaria sin aumentar la carga docente ni requerir infraestructura compleja. Este modelo incrusta la innovación en la gestión escolar y ofrece una solución escalable, costo-eficiente y contextualizada al norte de Chile, transformando la brecha entre capacitación y práctica de aula en un proceso medible de mejora continua con potencial de incidencia nacional.